24 mar 2013

El marketing y la ética flexible ¿es necesaria?

video recomendado: thank you for smoking (trailer-inglés)

El tema de la ética en el marketing (o mercadeo en castellano), es un asunto que me viene revoloteando en la cabeza desde hace algún tiempo. No tanto por considerarme un profesional dedicado al mercadeo, sino que a medida que pasan los años, la observación y mis vivencias me han llevado a la conclusión de que la ética en el marketing es una completa utopía, algo así, como un hoyo en claroscuro que no se define ni blanco, ni negro. Es decir, es una completa paradoja. 

Antes de continuar con mi reflexión, haré referencia a la ética aristotélica, el cual es aquella que se basa en la felicidad como resultado de una actividad, donde la praxis de quien realiza una labor, está directamente relacionada con el fin. Por ejemplo, "el fin de la acción de construir una casa no es la propia producción de la casa, sino la casa misma", donde se infiere, que toda acción en contra de la obtención del fin, es algo que podríamos considerar no ético. 

Ahora bien, según la RAE la ética es "un conjunto de normas que rigen la conducta humana". Por lo tanto: "si lo NO ético es lo NO aceptado en una determinada sociedad (por no ser cónsono a la conducta humana) debido a que esta genera infelicidad (según Aristóteles)", me pregunto lo siguiente: 

1.- ¿Se puede considerar ético al profesional del marketing que comercialice un producto o algún servicio que cause infelicidad en la sociedad? 

2.- ¿Cómo afrontar una situación, donde tú como profesional del marketing comercializas un producto que no es del todo aceptado en una sociedad? 

En vista de lo anterior, tenemos que estar claros en que los gerentes de marketing somos los autores intelectuales de la venta, algo así como los criminales de cuello blanco. Pero más allá de todo aquel melodrama, tenemos que comer, y como lo dice el dicho: "tenemos que pagar la hipoteca". 

Hace algún tiempo tuve la oportunidad de ser entrevistado en una empresa tabacalera, donde varias veces me cuestioné si era o no capaz de afrontar el reto de manejar una marca de cigarrillos, incluso, teniendo en cuenta que mi padre había muerto de paro respiratorio a causa del inútil hábito de fumar. Entonces, ¿Cuál fue mi sorpresa ante todo esto? - el aceptar la participación en el proceso de selección - (donde afortunadamente no quedé), y aunque no estaba del todo animado, creo que esa prueba de fuego demostró que ante las vicisitudes y retos, somos capaces de proceder a realizar lo que en principio pensamos que es poco ético, o lo que es resumidas cuentas, es poco aceptado en una sociedad. 

Mi aprendizaje de toda esta experiencia es la siguiente: satisfacer una necesidad de mercado, cuando ésta no es del todo aceptada, no debe estigmatizar al profesional del marketing, que, aunque se consideran autores intelectuales de las ventas, cada individuo debe ser responsable de la persuasión que pueda tener de la publicidad o de la promoción, así como también, de las presiones sociales a las que se está sometido constantemente. 

En mi opinión, partiendo de aquella definición de "ética", los profesionales del marketing sí debemos ser muy flexibles, aún más cuando nos referimos a productos tales como el cigarrillo, las píldoras anticonceptivas de emergencia, los preservativos, los licores, el sexo, entre muchos otros productos. Por ende, las restricciones éticas y morales que se imponen en la sociedad hacen que el individuo no madure en sus decisiones, ya que siempre la última palabra la tendrá la religión o las leyes gubernamentales, más no el consumidor, que en este caso, será víctima de la presión social y no tanto así de la persuasión publicitaria o del marketing. 

Ya para concluir, el profesional del marketing no se aprovecha del individuo perse, quien es el que sustenta a estas grandes industrias, sino de sus aspiraciones personales, que son el producto de una presión social que inevitablemente perjudica la conducta del consumidor, y con ello apoya a una anticultura, la pop, que no siempre es beneficiosa para la sociedad. 

Sería interesante saber, el por qué los nichos de mercado no son del todo influenciables por la publicidad y el marketing masivo. ¿Será que hacen caso omiso a la presión social? / ¿Será que las aspiraciones de este grupo objetivo (target) no generan valor a las grandes empresas? / Con esta reflexión argumento lo siguiente: “nadie obliga a nadie a consumir, cada quien es dueño de sus propias decisiones de consumo”. 



17 mar 2013

Incongruencias de un vegetariano moderno

video cortesía de PETA / caricatura: Andy Singer

Con esta entrada, no pretendo debatir entre la perfecta forma de alimentación, ni de hábitos vida de una persona. Es decir, si ser vegetariano, o no serlo. No obstante, en mi caso particular no podría serlo, ni pretendo serlo. Respeto mucho a aquellos vegetarianos que por convicción lo son y que se avocan realmente a querer a los animales y a no criticar a quienes no piensan igual que ellos. 

Ahora bien, he aquí par de preguntas para iniciar el siguiente debate y reflexionar según el título de esta entrada: “Incongruencias de un vegetariano moderno” 

1.- ¿Qué significa querer a los animales?
2.- ¿Hasta dónde es capaz de llegar nuestra convicción por un determinado estilo de vida alimenticio? 

De acuerdo a lo anterior, es común ver gente vegetariana (no pretendo generalizar a los vegetarianos, solo aludir al estilo de vida propiamente dicho) o como se les suele llamar en el slang anglo, “vegans”; que perteneciendo a ese hábito alimenticio, son incongruentes consigo mismos. Me refiero a aquellos vegetarianos que gozan de vestir prendas costosas de manufactura de cuero y que en el peor de los casos, expresan el amor por lo animales teniendo especímenes exóticos en cautiverio, ya sea en jaulas o en ambientes no propios de su hábitat. 

Con esto quiero traer a acotación una anécdota de mi breve vida en el Reino Unido, en donde pude presenciar una manifestación que me llamó mucho la atención, y es la participación de varios activistas vegetarianos abogando por la - NO compra de artículos de cuero - en Harrods, la famosa tienda por departamentos perteneciente a la familia Al Fayed. Durante esta manifestación, los activistas repartían folletos verdaderamente impresionantes, de cómo los zorros y el visón (ambos animales en peligro de extinción en el Reino Unido), eran utilizados para la manufactura de lujosas prendas de vestir, prendas que por lo general, se costean de la siguiente forma: un (1) animal, equivale a una (1) prenda de vestir, llámese zapatos, abrigos, etc.…, donde según los tipos de piezas, a veces es necesario más de un (1) animal para lograr la confección de una (1) prenda completa. ¿Suena cruel no? 

Por consiguiente, debo dejar muy en claro, que igualmente no pretendo diatribas entre los vegetarianos que por razones de salud, tengan que avocarse a dicho régimen, sino que es muy importante aclarar a aquellos vegetarianos que tienden a criticar el estilo de vida de las personas omnívoras o carnívoras, que antes de criticar, deben conocer hasta dónde llegan sus certezas de vida, ya que al ser partícipes de la compra de prendas de cuero, están participando de manera muy firme y directa, en la continuidad de la producción en masa de la industria del cuero, industria que al año mata alrededor de 30 millones de animales, y que su demanda seguirá creciendo a medida que personas comunes pongan su granito de arena en la compra de tan superfluos artículos de vestir. 

Luego, tenemos a aquellos vegetarianos que desconocen por completo de dónde provienen sus alimentos, enarbolando su estatus de “vegan” entre sus amistades, pero que por ignorancia, tragan cuantas ramas verdes ven sin saber la cantidad de pesticidas químicos que consumen, y que a su vez, han afectado a miles, o quizás millones de animales que viven en el hábitat propio de las plantaciones de consumo humano, aquellos donde la agroindustria tiene cabida. 

Volviendo al inicio de este debate, una persona que AME a los animales (pensando de la manera más lógica), no solo debe evitar su ingesta, sino que también debe evitar caer en el papel de aquel humano que se divierte con ellos, es decir, debe dejarlos vivir en santa paz y no ser parte de la industria que los martiriza (llámese entretenimiento o textil), sino que simplemente debe dejarlos vivir la misión por la cual vinieron al mundo (me refiero a los animales exóticos, no domésticos, que tengan un hábitat propio). 

Consecuentemente, es importante que todo vegetariano (aquel que cree amar a los animales por encima de todas las cosas) se pregunte lo siguiente: 

1.- ¿Utilizo artículos de cuero en mi habitual forma de vestir?
2.- ¿Sé realmente de donde provienen mis alimentos? / ¿son 100% orgánicos?
3.- ¿Me divierto con animales exóticos, circos u otro tipo de diversión asociada con ellos? 

Ya para concluir, las convicciones en el ser humano son débiles y carecen de fortaleza alguna. Gracias a ello, es necesario sincerarnos no solo como vegetarianos o carnívoros que podamos ser, sino como seres vivos, cumpliendo un orden establecido de lo que pudiera perjudicar a un tercero o no, llámese animal racional o irracional, sabiendo que, la mejor forma de vivir es aquella donde no te engañes a ti mismo, o para ser realistas, te engañes lo menos posible. 

¿Quieres conocer más? Visita estos enlaces que encontré muy apropiados para desenmascarar al "vegetariano incongruente": 


10 mar 2013

El chavismo, un opiáceo de última generación


Para comenzar, quiero dar apertura la célebre frase de Karl Marx: “La religión es el opio de los pueblos”. ¡Vaya expresión de Carlitos!, una expresión que denotó el conocimiento del tremendo efecto analgésico del opio, comparando el doping de cuando un individuo en particular se entrega de lleno a cierto dogma, a una fundamentación que le coloca gríngolas al ser humano, o que en definitiva, llevan a los pueblo a la sumisión absoluta, digamos que, a la negación de sus realidades.

Considerando lo anterior, para aquellos que lo desconocen, cuando tomamos un analgésico, en este caso un opiáceo, los dolores no se eliminan permanentemente, más bien, son aliviados y adormecen al cuerpo, dejando reposar a la masa inerte en un estado de letanía tal, que a grandes dosis, puede extasiar al individuo, haciéndolo sentir embriagado y placentero hasta que sus efectos desaparecen y comienzan los dolores nuevamente.

Pues bien, imaginemos que a millones de borregos le dosifiquemos un opiáceo de última generación capaz de embriagarlos y hacerlos sentir felices por un determinado tiempo. ¿Se imaginan a todos esos borregos persiguiendo a un pastor en una ladera cuesta abajo?. Con esta pregunta quiero hacer la analogía perfecta con respecto a la barrera hematoencefálica que tenemos “nosotros” los venezolanos ante el opio ideológico del Chavismo. Un régimen que fue dosificando gota a gota el estado de salud de Hugo Chávez, con partes médicos ambiguos y que finalmente, en las exequias de su funeral, fueron capaces de construir un circo capaz de mover masas impresionantes de personas, entre las que destacan ciudadanos comunes, mandatarios de otros países y personajes célebres de la farándula nacional e internacional. Sencillamente, algo nunca visto en el mundo.

Ahora bien, ¿hasta cuándo durará el sentimiento de lástima ante un ser humano?. Ya concluido el funeral este 08 de Marzo de 2013, solo les queda al gobierno extender el duelo unos siete días más y embalsamar al cuerpo de presidente, así como lo han hecho otras tantas naciones, entre ellos China con Mao Tse-Tung, Vietnam con Ho Chi Minh y el papá de todos, Lenin en la URSS. Sin embargo, este Hugo Chávez no será cualquier mandatario embalsamado. Éste será más bien un opiáceo de última generación, con lecciones aprendidas de los viejos comunistas, con el poder económico que le proporciona el petro-estado Venezolano y como si fuera poco, con la jeringa infalible para dosificar el opio de una manera “rápida y efectiva” en el Venezolano, los medios de comunicación tradicionales, y con una penetración abismal de la internet en la población jóven del país.

Ya veremos entonces cómo se dosificará el martirio de un líder en pleno siglo XXI. Las jeringas ya cargadas de opio se pondrán en funcionamiento a través de la televisión digital gratuita, un medio infalible de llegar a las masas, capaz de dosificar la doctrina Chavísta al 1000%, segregando a aquellos medios que no guarden una línea de programación izquierdista, colocando una selecta programación política capaz de aliviar los dolores de la población, frente a un país devastado en la pobreza, con altos índices delictivos y una política de estado sorda-muda ante los verdaderos intereses de la nación, por el contrario, apegados a los intereses económicos de su propia élite, la Chavísta.

¿Cómo reaccionará el pueblo venezolano de aquí en adelante?, no lo sé. Solo puedo agregar, que ante un opiáceo tan fuerte como lo es la ideología, el tocar fondo parece ser el único despertar de la nación. ¿Nos abrirá los ojos la delincuencia desbordada, el desabastecimiento de los principales rubros y tantos otros males que nos aquejan?, solo quedaría esperar qué tan fuerte es la barrera hematoencefálica de los Venezolanos, barricada capaz de impedir que la droga ideológica nos embriague la poca lucidez  de nuestras realidades.