7 ene 2014

En los zapatos de Mariano Picón Salas...


Imagen cortesía del blog de German Carrillo
En este gran universo borgiano llamado biblioteca, justo en la de Santiago de Chile, tuve el placer de escuchar una conferencia del poeta y ensayista chileno Don Pedro Lastra, quien se refirió a una revista Chilena de corte intelectual el cual llevaba por nombre "Indice" (1930 - 1932), que debido a la pluralidad de pensamiento que en ella se contemplaba, gozó de una tremenda popularidad para la época transcurrida. 

Pues bien, para mi sorpresa  (como para la de muchos otros) la creación y edición de esa fabulosa pero brevísima producción periódica, estuvo a cargo del historiador, crítico literario y ensayista político Mariano Picón Salas. Venezolano, quién además de ser parte de la herencia humanista y literaria de Don Andrés Bello, se enraizó de igual forma en la cultura contemporánea de Chile, dando cabida tanto a la critica política latinoamericana, como a la literatura y temas filosóficos profundos. 

Lo que me cautivó de esta conferencia, fue lo que conllevó a Mariano Picón Salas a huir de Venezuela. Aunque la crítica del historiador está llena de anacronismos si la comparamos con la situación actual del país, bien vale la pena acotar que en el fondo guarda una similitud tremenda con la migración de profesionales y la fuga de cerebros que se vive actualmente, que para muchos ciegos que niegan la realidad, es una incomprensión en su total esencia.  

He aquí un fragmento de MPS de su puño y letra del año 1962: 

"No estaba dispuesto, con mis ganas de cultivar mi espíritu, de escribir libros, de participar en la viva sociedad de las gentes, a ir a caer en los presidios de Gómez. Es lógico que uno a los veinte años se considere del linaje de los mejores; y ¿hasta cuándo –ésta era otra pregunta– los mejores perecen en nuestro país para que triunfen los más torpes y desmandados? No; no haría la ofrenda de mi cuerpo ni de mi alma a ese Saturno goyesco que devora a los idealistas suicidas. Quería mi cuerpo veinteañero que me llevaba briosamente por los caminos del mundo; quería mis ojos y mi mente dispuestos a disfrutar de los libros y las obras de arte, y defender mi libertad inalienable (que mora a solas conmigo y contradice prejuicios y convenciones que todos repiten) y de la que no me despojaría ningún gendarme de los que arrastran a culatazos a los estudiantes. Era, acaso, preciso huir, como quien abandona una tierra invadida por ratas pestíferas (Picón Salas, 1962: 1379)".

¿Que diferencias notables existen hoy día entre ese sentimiento crítico de Mariano Picón Salas y el de cualquier otro Venezolano que ha tenido que emigrar de su país? 

Ante todo, cambian los actores políticos pero la situación parece ser la misma. Pues, me refiero a que la mayoría de los jóvenes profesionales que emigran de Venezuela (llamémosla fuga de cerebros), lo hacen por RAZONES QUE MERAMENTE LE COMPETEN AL ESTADO. Una delincuencia desbordada, secuestros y extorsiones que gracias a la impunidad y a la desidia gubernamental, florece como el germen de una economía caótica y valores inexistentes. Mínimas oportunidades de desarrollo profesional en un país donde los inversionistas son golpeados con restricciones gubernamentales y regulaciones que no benefician a la industria nacional, que visto desde la óptica de cualquier ser consciente ¿quién produciría un bien o un servicio para perder dinero?, pues nadie. Situación que trae como consecuencia la escasez de bienes de primera necesidad, artículos que se especulan por su excesiva demanda y que solo se pudieran compensar incrementando la oferta con inversiones que brinden seguridad a la industrias nacionales y de una justa distribución de divisas que solucione las prioridades económicas y sociales que imperan. 

Entonces, ¿qué oportunidades podría tener un académico, profesional o intelectual Venezolano en este siglo XXI donde la especulación es la base de la economía? tenemos el típico ejemplo de los vendedores de bienes escasos o regulados; llámese automóviles, papel higiénico, café, azúcar, entre muchos otros (especuladores que no tienen la culpa de la situación-país, porque el precio de los bienes lo pone el mercado) pero éstos se lucran más que cualquier ingeniero o graduado universitario. Por otro lado, tenemos a los vendedores ambulantes (buhoneros) que sin pagar impuestos, servicios y/o alquileres, se ganan la vida de la mejor forma que aquellos comerciantes que se apegan a las leyes estatales y a sus obligaciones con el fisco; o peor aún, los informales que devengan más que un maestro o profesor de escuela, siendo éstos últimos (después del núcleo familiar) la base de formación de cualquier país desarrollado. ¡Esta situación, es totalmente ilógica!.

¡Ah! ¿pero es que ahora me vienen con el cuento de que la raíz de toda esta situación en Venezuela es cultural y que seguiremos así sea con el gobierno que sea; rojo, verde o blanco?. Excelente, eso no se obvia de los tantos factores que pueden afectar al país. Pero entonces, qué oportunidades tendrá un profesional Venezolano en donde el gobierno de turno en vez de propiciar el orden y el acato de las leyes, premia a sus seguidores y a los "no tan seguidores" con sus demagógicas decisiones de saqueo, aumentos de sueldo a los militares y magistrados y entre muchas otras cosas, expropiaciones sistemáticas de negocios e industrias para el beneficio propio (populismo puro y barato). Pregunto yo entonces, ¿esas acciones no socavan aún más el precipicio cultural en el que estamos inmersos?, o mejor dicho; ¿vamos a alabar las malacrianzas de un pueblo con más regalías y premios que incentiven la absurda contracultura delictiva y hamponil?

Ahora bien, si tal sentimiento expresado por Mariano Picón Salas fue de tal magnitud hacia un mandatario latifundista, autoritario y según la cultura popular; "analfabeta" como lo fue Juan Vicente Gómez, entonces qué opinión pudiese tener hoy en día éste gran ensayista (a quien comparo con todos los cerebros fugados del país) acerca de un presidente que se expresa como delirando con narcolepsia de chimó, habla con un difunto que se transfigura en pájaro; y que además, goza de una dudosa nacionalidad. Sin currículum alguno - Sin biografía autorizada -.  

¡NO SE SORPRENDA! '
Cualquier parecido con la época Gomecista… ¡es pura coincidencia compadre!

Usted como venezolano:  
¿No comparte este sentimiento de Mariano Picón Salas en pleno siglo XXI?


Para los que quieran obtener más información acerca de MPS, su obra y demás detalles biográficos:   http://gregoryzambrano.files.wordpress.com/2010/09/biografia-mps-completa-en-pdf.pdf

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